La red de códigos SWIFT, sistema bancario y monetario, es un conjunto de transferencia de información bancaria organizado en red en todo el mundo. Además, es la red más utilizada y suspender a Rusia ciertamente tiene varias consecuencias en las estafas. A través del papel de SWIFT y sus problemas, mostraremos la justificación de la suspensión.
Como identidad, SWIFT es un acrónimo y una empresa belga que existe desde 1973, lo que implica que está bien establecida en el sistema. Se encarga de la información financiera y la centraliza, como indica su nombre en inglés. De hecho, su papel fundamental es asegurar y centralizar las órdenes de transferencia entre los usuarios de todos los bancos asociados en todo el mundo.
Su papel tiene la ventaja de facilitar las transacciones que requieren ser registradas, especialmente las transacciones importantes que necesitan una gran cantidad de información. Esta utilidad permite que el sistema obtenga la confianza de 11,000 bancos o instituciones financieras complejas. Estas están distribuidas en 200 países y emitieron más de 10.5 mil millones de datos en 2021.
Aunque el organismo sigue siendo uno de los más poderosos del mundo financiero, no está exento de algunas intrusiones. A través de periódicos, revistas e entrevistas, algunos líderes han admitido haber sido blanco de varias filtraciones de información. En un campo donde la información es clave, especialmente cuando se trata de datos financieros, su filtración sigue siendo un cataclismo.
De hecho, se observó que los piratas informáticos siguen siendo una amenaza para este sistema y sus intrusiones utilizan un medio ingenioso y sofisticado para robar datos de los bancos asociados. Estas amenazas se manifiestan a través de varias intrusiones cuya cantidad no se comunica, pero sigue siendo importante. Según fuentes oficiales, una de cada cinco ataques tiene éxito, lo que resulta en un desvío de fondos.
En este período de agitación internacional y amenazas, Rusia fue suspendida de varios organismos, tanto deportivos como económicos, especialmente del sistema SWIFT. En números, esto implica un total de 300 empresas bancarias que se eliminan de las 11,000 del sistema. Esto no tendría ninguna consecuencia si las 300 no tuvieran peso en transacciones. Pero al igual que los 300 de Temístocles, estas empresas rusas tienen peso.
Sin embargo, esta decisión puede ser beneficiosa en este momento, ya que busca poner fin a las filtraciones de datos personales. Para un país como Rusia, que se ha vuelto bastante beligerante en términos de interferencia y control por parte del Occidente, esta medida bloquea la puerta a una posible migración de datos hacia ella.
Así, los occidentales, o específicamente las otras 10,700 instituciones bancarias, ya no temerán ver desaparecer sus fondos en un país donde están seguros de que su dinero no regresará. En esta crisis no menos importante que el conflicto ucraniano-ruso, los estafadores ya no tendrán destinos ocultos. Sus fechorías permanecerán en países que son miembros de organismos de represión contra el fraude, lo que ofrece la posibilidad de recuperación de fondos.
Al igual que se ha informado en varios de nuestros artículos sobre el chantaje de estafadores rusos ocultos detrás de perfiles de mujeres rusas, estas redes reciben un gran golpe ya que las transferencias de fondos a Rusia están completamente detenidas. Las víctimas ya no pueden enviar dinero a los bancos de este país, y así se alivia este sistema de estafas que ha sacado cientos de miles de euros de los bolsillos de las víctimas bajo la amenaza de tales criminales.